Victor Valentin Rams Into Ariel Bosi
¿Quién diría que los putos calientes de Colombia eran tan diversos? Victor Valentin, de pelo liso, es un jovencito delgado, tatuado y musculoso con labios grandes y blandos para chupar pollas, mientras que el desaliñado y con barba de chivo Ariel Bosi quiere la enorme y gruesa herramienta de Victor en su culo. Dos barebackers fornidos y bien dotados con un sabor latino sexxxy, ¿qué podría ser más sexy? Después de subirse a la cama y frotar sus entrepiernas cubiertas con jeans, Ariel le quita los pantalones y los pantalones cortos a Victor para que le follen la boca hambrienta llena de pinga picante sudamericana. Víctor se da vuelta para enterrar su rostro en el suave y almizclado trasero de Ariel. Antes de que te des cuenta, le está dando un golpe a esos bollos gruesos y redondos y se arrodilla detrás de Ariel para perforar su polla cruda hasta la empuñadura. Agarrando las sábanas, Ariel deja que su propia punta rígida cuelgue del borde mientras las nueces de Víctor golpean su suave y jugosa grieta.
Los dos horndogs yacen en forma de cuchara en la cama mientras Ariel levanta una pierna para abrir bien su agujero y embestir más el botín. Víctor perfora bolas profundamente y no se detiene ni un poco. Le da a Ariel la follada profunda y dura que necesita. Pero Ariel también necesita sorber esa gran y jugosa polla y se toma un descanso para llenar su garganta sedienta de pollas. Cuando está listo para arar más profundamente, se recuesta con las piernas en el aire y completamente abiertas. Víctor le da a ese trasero unas cuantas bofetadas más, escupe en ese agujero y bombea su polla nuevamente. Hace demasiado calor para contenerse. Víctor ya está disparando su taco cuando saca su polla que sale a borbotones y le pone crema en el culo palpitante de Ariel antes de volver a follarlo todo por dentro. Eso es justo lo que Ariel necesita para rociar su propia salpicadura cremosa sobre los músculos ondulantes de su pecho y abdominales. Mientras jadea para recuperar el aliento, Víctor se inclina hacia adelante para darle un último beso profundo mientras sus cuerpos delgados, sudorosos y pegajosos se presionan en un momento de pura satisfacción.